La biomimética o biomímesis (concepto creado en 1997 por Janine Benyus en su libro «Biomimicry: innovation inspired by nature«) es mucho más que una tendencia en el ámbito de la innovación y el diseño. Se trata de una disciplina que busca inspiración en la naturaleza para resolver problemas humanos de manera sostenible y eficiente. Este enfoque no es nuevo; de hecho, su raíz etimológica nos lleva a comprender su profundo significado: imitar la vida.

La idea de imitar la naturaleza ha sido una constante en el pensamiento humano. Aristóteles ya afirmaba que para lograr sus fines, el arte imita a la naturaleza. Por otro lado, visionarios como Leonardo Da Vinci o Antonio Gaudí fueron pioneros al aplicar los principios naturales en sus creaciones artísticas y arquitectónicas.

¿Qué es la biomimética?

La biomimética es una disciplina que se basa en el estudio de la naturaleza para inspirar soluciones a problemas humanos. Su nombre proviene de la combinación de las palabras griegas «bios» (vida) y «mimesis» (imitar), lo que refleja su enfoque en imitar los procesos, sistemas y estructuras encontrados en la naturaleza para diseñar innovaciones, productos y sistemas.

Esta disciplina se centra en comprender los principios fundamentales que subyacen a la forma en que los organismos vivos han evolucionado y se han adaptado a su entorno a lo largo de millones de años. A través de la observación y el estudio de la biología, la ecología, la zoología, la botánica y otras ciencias relacionadas, los investigadores y diseñadores de biomimética buscan aplicar esos principios en campos como la ingeniería, la arquitectura, la medicina, la agricultura y la tecnología.

Al emular los modelos y estrategias de la naturaleza, la biomimética busca desarrollar soluciones que sean eficientes, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Principios de la biomimética

La biomimética se basa en tres principios clave que guían su enfoque de imitar la naturaleza para resolver desafíos humanos:

Observación

El primer paso en el proceso biomimético es la observación detallada de la naturaleza. Esto implica estudiar y analizar cómo los organismos vivos interactúan con su entorno, cómo se desarrollan y cómo resuelven problemas específicos. Los investigadores de biomimética observan cuidadosamente las formas, estructuras, funciones y comportamientos de plantas, animales, microorganismos y ecosistemas para identificar patrones y principios que puedan aplicarse en la resolución de problemas humanos.

Comprensión

Una vez recopilada la información a través de la observación, el siguiente paso es comprender los principios subyacentes que hacen posible los fenómenos observados en la naturaleza. Esto implica estudiar la biología, la ecología, la física, la química y otras disciplinas relevantes para comprender cómo funcionan los sistemas biológicos y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo. La comprensión profunda de estos principios es esencial para aplicarlos de manera efectiva en el diseño de soluciones biomiméticas.

Aplicación

El último paso en el proceso biomimético es la aplicación de los principios y patrones observados y comprendidos en el diseño de soluciones innovadoras para problemas humanos. Esto puede implicar el desarrollo de nuevos materiales, tecnologías, productos o sistemas inspirados en la naturaleza. La aplicación de los principios biomiméticos puede conducir a soluciones que son más eficientes, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que las alternativas convencionales.

Aplicaciones de la biomimética

La biomimética es mucho más que una tendencia que mira a la naturaleza como el mejor diseñador de la Tierra, la biomimética ha ganado prominencia en los últimos años, atrayendo a ingenieros, diseñadores, científicos y biólogos que buscan inspiración en los principios y soluciones encontrados en el mundo natural.

El pico que mejoró el «tren bala»

El pico que inspiró al tren bala

La observación detallada del pájaro martín pescador proporcionó a los ingenieros valiosa información sobre cómo su pico aerodinámico permite penetrar el agua sin producir salpicaduras. Al estudiar esta característica, los ingenieros se dieron cuenta de que la forma del pico del pájaro minimizaba la resistencia al agua, lo que les llevó a inferir que podría aplicarse un principio similar para reducir la resistencia al aire en el tren bala y evitar así el ruido que éste generaba al salir de los túneles.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-47789598

Cardo alpino, la inspiración de Velcro®

Diecinueve cosas inspiradas en la naturaleza que nos recuerdan lo sabia que es

En 1941, el ingeniero e inventor suizo George de Mestral quedó fascinado al observar cómo los diminutos ganchos del cardo alpino se enganchaban al pelo de su perro y al tejido de sus pantalones mientras paseaba por la montaña. Impresionado por este fenómeno natural, de Mestral se dedicó a estudiar y comprender el mecanismo detrás de esta adhesión. Tras extensas investigaciones y experimentación, logró desarrollar un proceso mecánico que replicaba la acción de los ganchos del cardo alpino utilizando fibras textiles. Así nació el concepto del velcro, un sistema de sujeción compuesto por ganchos y bucles

https://www.velcro.es/original-thinking/nuestra-historia/

Adhesivo submarino inspirado en mejillones

pegamento-mejillones-creatividad-activa

Mussel Polymers ha creado un innovador adhesivo no tóxico de alto rendimiento llamado poli(catecol)estireno, o PCS, que imita estas proteínas adhesivas de los mejillones. Este material es excepcionalmente resistente al agua y supera a otros adhesivos subacuáticos en un 300%. Además, tiene la capacidad de adherirse a una amplia variedad de materiales, ofreciendo así una solución versátil y duradera para una variedad de aplicaciones.

https://asknature.org/es/innovaci%C3%B3n/adhesivo-subacu%C3%A1tico-no-t%C3%B3xico-inspirado-en-mejillones/

Beneficios de conectar con la naturaleza

Más allá de sus aplicaciones prácticas, la biomimética nos recuerda la importancia de conectarnos con la naturaleza. Estudios han demostrado que pasar tiempo al aire libre no solo mejora nuestra salud física y mental, sino que también fomenta la creatividad y la innovación.

                1. Reducción del estrés: Pasar tiempo al aire libre, ya sea dando un paseo por el bosque o simplemente sentándose en un parque, puede reducir significativamente los niveles de estrés. La naturaleza tiene un efecto calmante en nuestra mente y cuerpo, lo que nos ayuda a relajarnos y recargar energías.
                2. Mejora del estado de ánimo: La exposición a la luz natural y los colores vibrantes de la naturaleza pueden elevar nuestro estado de ánimo y aumentar los sentimientos de felicidad y bienestar. Incluso unos pocos minutos al día al aire libre pueden marcar una gran diferencia en nuestro estado de ánimo general.
                3. Mejora de la salud física: La actividad física al aire libre, como caminar, correr o montar en bicicleta, es beneficiosa para nuestra salud física. Además, la exposición al sol nos proporciona vitamina D, que es importante para la salud de nuestros huesos y sistema inmunológico.

Ideas para conectar con la naturaleza

Richard Louv, autor de «El último niño en la naturaleza», advierte sobre los riesgos del «déficit de naturaleza» en la sociedad moderna y aboga por reconectar con nuestro entorno natural para promover un estilo de vida más equilibrado y sostenible.

Pasear por la naturaleza: Dar un paseo por el bosque o la playa no solo nos permite desconectar del estrés diario, sino que también nos brinda la oportunidad de respirar aire fresco y disfrutar de la belleza natural que nos rodea. Estudios han demostrado que caminar en entornos naturales puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar nuestro estado de ánimo.

Crear en la naturaleza: La naturaleza proporciona un entorno estimulante y tranquilo que puede potenciar nuestra creatividad. Ya sea pintando al aire libre, escribiendo en un parque o simplemente observando el paisaje, estar en contacto con la naturaleza puede inspirar nuevas ideas y perspectivas.

Meditar en entornos naturales: La meditación en la naturaleza nos permite conectar con nuestro entorno y con nosotros mismos de una manera más profunda. El sonido del viento entre los árboles o el murmullo de un arroyo pueden ayudarnos a enfocar nuestra mente y encontrar la calma interior.

Observar la naturaleza: Tomarse el tiempo para observar la naturaleza en acción puede despertar nuestra curiosidad y asombro. Desde la intricada geometría de una hoja hasta el vuelo majestuoso de un pájaro, hay mucho que aprender y apreciar en el mundo natural.

Conectar con la naturaleza no solo nos brinda una sensación de paz y serenidad, sino que también tiene, como hemos visto, numerosos beneficios para nuestra salud y bienestar. Incorporar la naturaleza en nuestra vida diaria puede tener un impacto positivo en todos los aspectos de nuestro bienestar.

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